viernes, 22 de febrero de 2013

POESÍA Y TERROR: LA INFLUENCIA DEL CONFLICTO ARMADO INTERNO EN LA POESÍA DE LA GENERACIÓN DEL 80

Por Angela Quispe Huertas
Estudiante de Historia de tercer año - UNMSM



"Existe la idea, muy difundida entre las gentes que se dicen cultas, de que la literatura es un escape, un derivativo, un sustituto amable de la vida, cuando en realidad en un reflejo total de la vida del hombre y de la vida de todos los hombres"

Jorge Puccinelli

“Tú que fuiste mi única patria ¿en dónde buscarte? Tal vez en este poema que voy escribiendo”
Alejandra Pizarnik

La década del 80 comienza en 1978.

Los partidos de izquierda luego de varios proyectos políticos decidieron finalmente optar por la vía democrática. Decidieron participar en las elecciones para la Asamblea Constituyente de 1978, logrando alcanzar un tercio de representatividad en el resultado total.

El Perú, Luego, de 12 años de gobierno militar, regresaba a la democracia representativa, con las elecciones presidenciales de 1980. La Izquierda peruana, nuevamente, decidió participar, afirmando su adhesión a la vía democrática, pero no necesariamente, adhiriéndose al sistema. Ellos planteaban entrar al sistema y denunciar la corruptela que reinaba dentro de esta, ya que pensaban que las fuerzas del orden no les permitirían ganar. Algunos partidos que decidieron no seguir la corriente en las elecciones de la Asamblea Constituyente, como el partido maoísta Patria Roja, decidieron participar en estas elecciones. Aunque luego de un intento de unión entre partidos de izquierda ARI (PRT, UDP, VR, PR), no duraron mucho tiempo, debido a las discrepancias entre partidos (GONZALES, 2001:33 ). Y como ellos lo intuyeron, no ganaron.

Paralelamente, en el distrito de Chuschi, provincia de Cangallo, en la región Ayacucho, un días antes de las elecciones presidenciales, 5 sujetos armados y encapuchados irrumpieron en el local donde se guardaban las ánforas y los padrones para el proceso electoral. Luego de quemarlas, con el firme propósito de impedir las elecciones, huyeron. Luego del triunfo de  Fernando Belaúnde Terry, era probable que esta noticia no resonara tanto en la prensa peruana, y menos siendo un suceso tan poco significativo comparado a la elecciones presidenciales.

Se dieron también, pequeños acontecimientos en distintos lugares del Perú, como petardeos en Cerro de Pasco y en la municipalidad de San Martín de Porres, en Lima. (CVR 2003, 33). Nadie se imaginaba del inminente ascenso de poder que ganaría Sendero Luminoso durante esta década. Estos actos simbólicos, fueron el inicio de un tiempo lleno de violencia, miedo, injusticia y muerte. Paralelamente, este fue el escenario en la cual la generación del ochenta vivió y produjo arte y cultura. Y  contracultura también. Lo que posteriormente se llamó movimiento subterráneo.

 La poesía de los ochenta bajo el contexto de los turbulentos años ochenta, específicamente sobre el CAI. Y especifico, ya que no solo el CAI se desarrolla en estos años 80, sino están otras cuestiones sociales como los pueblos jóvenes (Pastor de Perros de Domingo de Ramos) o sobre el rock y el lenguaje callejero (Symbol de Roger Santiváñez).

La poesía de estos años se caracteriza por una poesía más coloquial, que rompe de alguna manera con la poética, junto al cambio en el lenguaje que se da ya por los años 60, con Rodolfo Hinostroza, Antonio Cisneros, Luis Hernández y Manuel Morales (Mazzotti, 2002), cuando su lenguaje lírico se vuelve coloquial. Ya en los setenta, la poesía horazeriana que es de tipo conversacional, rompe con la tradición poética anterior; aunque Verástegui mezcla la poesía conversacional con la que escribe Cisneros o Hinostroza, la poesía cumbre del 60. Los más experimentales son Pimentel y más aún Ramírez Ruiz.

Es importante tener en claro los precedentes para poder observar bien la poesía de los ochenta. Tanto la poesía del setenta como la poesía del ochenta rompen con la poesía culta, pero la primera lo hace con un sentido diferente, desligándose de la poesía precedente; a diferencia de la segunda, que rompe con la sociedad pero teniendo en cuenta de alguna manera a la poesía de los sesenta, con nuevas características, introduciendo un lenguaje callejero y onomatopéyico. Es por esto que estas generaciones, 70 y 80, no se relacionan, ni por la forma de hacer poesía, de forma institucional o grupal (Mazzotti, 2002). Es una poesía que está comprometida con los asuntos de la vida política, y esta es justamente es una característica que tiene especialmente esta generación a diferencia de la anterior. Esta nueva poesía, es el intento de incluir una voz nueva, la voz de un nuevo sujeto, producto de la migración: el sujeto popular (Mazzotti, 2002).
Analizaré solamente un poema de José Antonio Mazzoti (Lima, 1961).
Poema

19 de junio/ La muerte en los penales, 1986

Forget not…
Milton

Fueron cuatro corolas incendiándose antes
de que tocara la hora.
La mañana anterior la noticia
se había levantado bostezando, arregló fugazmente la cama, hizo tres gárgaras
y con suave desgarbo entró sorpresiva en los oídos, como el bicho instalado
para siempre en el huerto
del blanco cementerio de pelícanos.

(Antes de la hora, antes de la hora. Ni siquiera pudieron esperar).

Todos vimos el cerro quemándose en la niebla, tú nunca supiste lo que fue esa madrugada
y las horas siguientes, cuando cientos de rostros simulando alegría se lanzaron
celebrando los sucesos y jurando para siempre haber terminado la guerra,
una guerra “que nunca empezamos”.

(Un solo corazón se desangraba debajo de la tierra; lejos desde el Sur llegaban sus raíces
carcomiendo viento.
Desde entonces los sueños se han vuelto ladrillos y fierro,
la música monótona de un chorro
cayendo por el acantilado).

Hasta el fondo de la cordillera se esparcía el eco, los pájaros huían y tú
nunca llegaste, sólo
un grito perpetuo desquiciando
mis manos, un trotar de caballos
Convirtiendo en arena mis huesos y piel. Después
un enorme silencio que rompió la mañana, y el mar se fue calmando.

(Cómo pesa en el cerebro ese ladrillo.
Julián, Félix, Jacinto, cómo pesan. Vimos
correr los camiones con desmonte. Por las piedras
sus dedos se asomaban, despidiéndose).

El frío y el sueño, hermanados; la luna y el miedo, conviviendo.
Y cuando el sol cayó puntual sobre el océano, la sombra
se introdujo en nuestras almas, con una idea fija.
Entonces se produjo lo temido. Antes, antes todavía
de la hora, mucho antes de que el mundo se durmiera
empezaron a sonar los cañonazos, cuatro veces primero; después hasta el borde del día,
como olas,
sin dejar un solo rasgo
de los nombres dibujados en la playa.
El islote fue entonces desierto, y la entrada apestosa de Cumas
se abrió como un hocico en el peñón.

Del otro extremo hubo historias semejantes, y los prisioneros
fueron puesto en fila y rematados, como hojas de un árbol furioso
salido de pronto debajo de la tierra.
Los vecinos oyeron lejanos cantos, y un martillo perpetuo desquiciando
mis manos, rebotando en las montañas, descendiendo
al río turbulento que se esparce desde el Sur.
“La guerra es la guerra”, se explicaban. Otros, cautelosos,
apuntaban con la uña herida.

(Un solo corazón se revolvía hinchado, un solo viento
dejaba pasar entre sus huecos un ruido contante, un ruido
que adquiría contornos y sabor, se arrastraba y coloreaba
por la médula, flotando,
eternamente, entre los sueños).

¡Cadáveres, cadáveres, cadáveres, peldaños
de brazos y piernas, de cinturas y ojos reventados!
Los tambores cortando los vidrios, y en el aire
un silencio complicado y torpe. Demasiado para una mañana
húmeda y tibia de invierno.

(Tú nunca llegaste
o quizá no supiste llegar.
Desde el fondo de un río hablan por ti Jacinto y Félix, van gimiendo
cada vez que me raspo con la arena, cuando miro
mis huesos cubiertos de hongos, mi piel inflándose en el sol,
en medio de alas y picos
regados desde abajo y en silencio).

(De Castillo de Popa)

Análisis

Este poema hace alusión a la matanza en los penales de Lima como San Pedro (Lurigancho), San Juan Bautista (El Frontón) y Santa Bárbara (Chorrillos) que se dieron el 18 y 19 de junio de 1986. Las corolas hacen alusión a los pabellones en los cuáles se dieron los motines y la batalla que se dio entre los prisioneros y las Fuerzas Armadas; además de las muertes innecesarias “antes/ de que tocara la hora”. Luego, expone como es que se tomó y transmitió esta noticia en los medios de comunicación, como si no fuera importante o fuera algo cotidiano. “(Antes de la hora, antes de la hora. Ni siquiera pudieron esperar)”,  nuevamente hace alusión sobre la temprana, injusta e innecesaria muerte de los reclusos. “Todos vimos el cerro quemándose en la niebla, tú nunca supiste lo que fue esa madrugada”. El verso hace referencia a la información que se dio durante el 19 de junio en la noche, en la cual todos sabían que hubo un amotinamiento en los penales, hubo enfrentamiento entre los reclusos y las Fuerzas Armadas, hubo muertes, pero nadie sabía que esas muertes fueron producto del las matanzas extrajudiciales que cometieron las Fuerzas Armadas. Esta noticia recién la dio el presidente Alan García el 21 de junio debido a las denuncias que hicieron distintos grupos políticos, familiares e intelectuales[1]. “y las horas siguientes, cuando cientos de rostros simulando alegría se lanzaron celebrando los sucesos y jurando para siempre haber terminado la guerra, una guerra “que nunca empezamos”” hace alusión al motivo de las muertes extrajudiciales. El motivo fue, según las CVR (CVR 2003) la de asesinar a los máximos dirigentes de Sendero Luminoso que controlaban los pabellones en los cuales estaban todos los presos condenados por terrorismo, para disminuir la fuertísima influencia que estos tenían en los penales. Estos líderes llegaron a tener mucho poder, incluso podían hacer intercambios de personas (el preso se iba y a cambio, entraba otro de fuera) o modificar sus espacios carcelarios (que se vio claramente en el pabellón Azul de El Frontón, ya que habían hecho túneles y habían modificado el espacio con material noble, piedras y fierros). Uno de los más importantes cabecillas era Antonio Díaz Martínez que se encontraba en el penal de El Frontón, y uno de los tantos que estaban en la mira. Luego, menciona en el poema tres nombres, uno de ellos es en alusión al pintor Félix Revolledo Herrera, preso por terrorismo en el Penal de Lurigancho. Inmediatamente después, hace alusión al "combate" propiamente dicho entre los reclusos y las Fuerzas Armadas, ya que debido a que la Comisión de Paz que fue a dialogar con los amotinados no logró nada, El Presidente y el Consejo de Ministros aprobó que las Fuerzas Armadas Intervinieran en el desamotinamiento en los penales: El Ejército (Lurigancho), La Marina (El Frontón) y La Fuerza Aérea (Santa Bárbara). Debido a que estos no tenían experiencia en este tipo de actos, además de que no hubo un plan de acción, se cometieron excesos. Todos los del Pabellón Industrial en Lurigancho fueron asesinados y en El Frontón solo quedaron algunos sobrevivientes del Pabellón Azul. Es justamente estos versos “Del otro extremo hubo historias semejantes, y los prisioneros/ fueron puesto en fila y rematados, como hojas de un árbol furioso/ salido de pronto debajo de la tierra” que hacen referencia a los muertos en Lurigancho en un pampón cerca al Pabellón Industrial y al asesinato selectivo en el sector de la playa en El Frontón.

Es claramente perceptible la posición política que asume Mazzotti al escribir este poema. Además del sutil tinte de denuncia frente a aquellos que celebran esa guerra que nunca comenzó. Además de utilizar un lenguaje narrativo, Mazzotti también introduce, a través de las cursivas, al yo poético, que manifiesta la preocupación y la tristeza de los muertos, que tempranamente murieron, que nunca volvieron y que no se llegaron a salvar.

Conclusiones

Los poetas del ochenta no podían ser ajenos a los hechos sociales, porque adoptaron una posición política que los obligaba a manifestarse, ya que la poesía que escriben es una poesía contestataria, que está contra la sociedad. Toman a los grupos  subalternos (mujeres, presos, campesinos) como sujetos principales de su producción poética, que son también los sujetos subalternizados de la época. Es posible entonces la construcción de un discurso a partir de la poesía, con una denuncia sugerente sobre la incomprensión que existe de la guerra, y las medidas genocidas por parte del gobierno y en algunos casos, del PCP-Sendero Luminoso.

La poesía no está ajena a los hechos. Cada individuo muestra su preocupación de la realidad de distinta manera. Tratando de expresar el contexto desde su subjetividad, desde su percepción como un actor de ese cambio. Los contantes acontecimiento de zozobra (toques de queda, coche bomba, aniquilamientos selectivos, secuestros, desapariciones) sensibilizaron a los poetas, porque para ellos esto afectaba la esencia vital del hombre, lo que produjo un rotundo rechazo hacia la violencia.


BIBLIOGRAFIA
Gonzáles, O. (2011). “La izquierda peruana: una estructura ausente”. En Adrianzén A. (Ed.) Apogeo y crisis de la izquierda peruana. Lima IDEAM-UARM
Comisión de la Verdad y la Reconciliación (2003) Informe final, Tomo II. Lima: www.cverdad.org.pe
Comisión de la Verdad y la Reconciliación (2003) Informe final, Tomo VII. Lima: www.cverdad.org.pe
Córdova, N. (2008) Palabras urgentes para Félix Rebolledo Herrera. Gua 3.0. Recuperado el 12 de diciembre del 2012 de http://gua30.wordpress.com/2008/07/09/palabras-urgentes-para-felix-rebolledo-herrera/
De Lima, P. (2005) La violencia política en el Perú: globalización y poesía de los 80 en los “tres tristes tigres” de la Universidad Católica. Ciberayllu. Recuperado el 4 de diciembre del 2012 de http://www.andes.missouri.edu/andes/Especiales/PdLTigres/PdL_Tigres1.html
De Lima, P. (2000) Espectáculo, Revista de Estudios Literarios. Universidad Complutense de Madrid.  Recuperado el día 4 de diciembre del 2012 de http://www.ucm.es/info/especulo/numero16/peruana.html
Malca, O., Montalbetti, M., Santiváñez, R., Verástegui, E. (1983) Debate sobre la nueva poesía peruana. En: Hueso Húmero, N° 17. Lima: Mosca Azul editores.
Mazzotti J. (2002) Poeticas del flujo, migración y violencia verbales en el Perú de los 80. Lima: Fondo Editorial del Congreso del Perú.
Mazzotti, J (1988) Castillo de Popa. Lima: Asalto al cielo. Recuperado el 25 de noviembre del 2012, de http://www.fas.harvard.edu/~icop/castillodepopa.html
Santivañez, R. (2007, febrero) Los orígenes de la generación del 80. Testimonios en parte. Omnibus 3(13) Recuperado el 4 de diciembre del 2012 de http://www.omni-bus.com/n13/santivanez.htm
Varios (1987) La última cena. Lima: ASALTOALCIELO/editores



[1] Pronunciamiento de Izquierda Unida frente a la matanza de los penales, y el pedido de que el Presidente de la República aclare el asunto. De igual manera los profesores de Ciencias Sociales de la Universidad Católica ponen de manifiesto la misma preocupación, alegando que esa clase de acontecimientos no es motivo para que se cometan actos de lesa humanidad, y que además estos se mantengan ocultos. Sacado de Diario La República, Sábado 21 de junio de 1986.

1 comentario:

halfing dijo...

quienes el autor de la poesia?