domingo, 31 de julio de 2011

Por la laguna de las sombras

LA INTERNET Y LA EDUCACIÓN




Por Luis Paliza Sanchez

Antes de iniciar este artículo tuve la satisfacción de leer Piedra de Toque: Más información, poco conocimiento, por Mario Vargas Llosa . Indiscutiblemente tiene razón, el hombre se esta robotizando, hemos perdido la continuidad de leer y estamos convirtiendo la Internet en parte de nosotros, de nuestras vidas. Lamentable, esta realidad pareciera ser latente en nuestra sociedad; no existe en el Perú costumbre o “cultura de lectura”, lo poco que se lee es estupidez o no tiene valor estricto. Y esto se expande en todos los lugares así como lo hace la Internet, con su slogan de “unirnos a todos”.

La educación en el Perú es aún muy pobre, está por debajo de Cuba, Brasil, México, Chile, Argentina, Colombia, Venezuela, entre otros. El Perú tiene una rica historia, prodigiosos literatos, multiculturalidad viva y compleja; pero muchos de nosotros vivimos detrás de ello, estamos de espaldas a nuestra historia, no reconocemos nuestras figuras literarias y aún rechazamos al “otro”, que es parte de nosotros. La indiferencia a la Educación por parte del Estado y de las instituciones permiten que estudiantes busquen una alternativa facilista: la Internet. No es que debamos terminar con la PC, lo correcto sería que exista un acercamiento de enseñanza, de cómo saber utilizarlo, de aprovechar la información, la “buena información”; acompañado del clásico material de enseñanza: el libro, enseñando a escribir. Esto puede permitir que el estudiante tome la Internet como una herramienta educativa y recreativa y no como parte de su vida. Esto es aún muy complejo, porque el sistema nos impone trabajar con esto e incluso depender esta globalización. La cruda realidad mucha veces esta en contra de nuestros ideales.

Hay muchos estudiantes que acaban el colegio sin haber leído ningún libro, sin haber escrito algo, incluso acaban sin saber escribir. Por supuesto, que también es triste reconocer universitarios que no saben reconocer a personalidades nacionales; profesionales que sólo buscan trabajar y ganar dinero. Estos males: la pobre educación, la dependencia de la Internet, el rechazo a la cultura, la universidad-negocio y otros, tiene, por supuesto, sus responsables, principalmente el Estado y los medios de comunicación (televisión, radio, periódicos, Internet). Entregar libros a los colegios con deficiencias de escritura, sin imparcialidad histórica y con una visión centralista genera desequilibrios en la formación escolar y social. Los medios de comunicación cumplen un rol pasivo ante estas deficiencias, convierten al hombre en un “inconsciente social”, dependiente del consumismo, no es capaz de reaccionar y reconocer su realidad. De alguna u otra manera, la dependencia de los medios de comunicación, la Internet con más razón nos convierte en incapaces de fortalecer nuestra cultura, nos inutiliza a leer a escribir y a pensar. Sentarse frente a una pantalla, teclear, mirar, reír, jugar, por varias horas, convierte al hombre en un objeto en una mercancía que vende su tiempo a un artefacto y le genera más valor, su utilidad cada vez es más fuerte, así como su dependencia: el hombre se deshumaniza, pierde su esencia de independiente y de crítico.

La labor de la nueva ministra, Patricia Salas debería ser distinta a las que se dieron en los anteriores gobiernos del fujimorismo y el aprismo. Debe revolucionar la educación el Perú, integrar a la sociedad a los cambios, siendo los estudiantes los más privilegiados. Fomentar la lectura en todos los ámbitos, establecer códigos de identidad y de compromiso social, incentivar a la educación universitaria. Por supuesto que en cinco años no cambiará todo, pero debe poner las bases en donde se comience a contribuir a la lectura y escritura.

sábado, 30 de julio de 2011

EL DICIEMBRE DE ESE ENERO

LAS GENERACIONES Y EL BICENTENARIO

(Pintura de Francisco Laso, "Las tres razas")

Luis R.

Hace algunas semanas le hice una pregunta al profesor Augusto Loustanau en una conferencia que él realizo en la facultad de Ciencias Sociales, conferencia que tenía como temática los problemas que acompañaban el largo camino hacie el bicentenario. La pregunta que le hice era cúal era la posibilidad para que se diese una generación del bicentenario y si esta generación tendría que articularse al movimiento social del momento como lo hizo la generación del 68, el profesor me respondio la primera con un rotundo SI! Y en cuanto a la segunda no contesto por el tiempo, pero dada su confesada vocación socialista estoy seguro que me habría respondido que era ineludible que esta generación del bicentenario tendría que estar articulada al movimiento social del momento.

¿Qué es una generación?, el profesor Augusto Loustanau lo definio como un conjunto de intelectuales, porque las generaciones son de intelectuales, que estan articulados a revistas de carácter influyente del medio académico, citó tanto a la generación del centenario (o Reforma Universitaria) y la generación del 68, ambas artículadas a las revistas Amauta y Amaru respectivamente. Alberto Flores Galindo citaba de un proverbio arabe que las generaciones se refieren a aquellas personas que se parecen más a sus amigos que a sus familiares[1], Pablo Macera mencionaba que una generación es la clase social – o una fracción de clase – en un momento de su desarrollo y tal como actuá a nivel ideológico[2] y actualmente en sus clases del curso Metodología de la Historia, el profesor Francisco Quiroz niega la existencia o la categoria de generaciones dado a la heterogeneidad de planteamientos intelectuales y políticos. Particularmente me quedo con una visión eclectica de las tres primeras posturas que las generaciones son un grupo de intelectuales que contemplan una visión en conjunto del país, que están articulados al movimiento social del momento y que están caracterizados por sus métodos o por sus teorías, importante es la mención de su participación en los medios académicos influyentes del momento como las revistas aunque actualmente podriamos sumarle el factor de los Centros de Investigación como el IFEA o el IEP. Pero me parece más acertado en tal caso citar este parrafo arrancado del profesor Loustanau[3]

Para Alberto Flores Galindo ¨Las generaciones aparecen cuando se produce el peculiar encuentro entre determinados acontecimientos y vivencias, por un lado, y proyectos y actitudes que cohesionan a un grupo de coetáneos. No a cualquier grupo: el uso de esta palabra se limita, por lo común, a los profesionales de la ideología, es decir, a los intelectuales…Las generaciones, para conseguir la cohesión que reclaman casi como acta de nacimiento, propenden a inventar revistas¨ (Flores Galindo 1987:103-107). Es decir, las generaciones no son producto de una acción espontánea o por un acto de casualidad histórica, se forman luego de un complejo encuentro entre la realidad y las ideas; entre lo material y lo no material, por ello las generaciones son grupos de coetáneos intelectuales. Y, para marcar su inicio, se encuentran las revistas, donde podremos rastreas sus ideas y formas de pensamiento, su análisis e interpretación de la realidad.

La posibilidad de que una generación tal como lo planteó en estos terminos se dé para la época de las celebraciones del bicentenario dependeria de muchos factores. El primero es el nacimiento de “estos portadores de ideología” o de los intelectuales, el lugar donde estos se gestan es el mundo academico, el universitario, pero no es sorpresa para nadie que la universidad actualmente esta de acuerdo a la terrible tendencia de ser una fuente de profesionales para el mercado laboral para las empresas privadas totalmente acriticos, totalmente seguidores del sistema, la universidad es vista como un centro para la ascencion social, como el aseguramiento de tener una garantia como la “profesionalización”, ha dejado de ser vista, y aun hoy para los estudiantes de ciencias sociales, como un centro de debate, problematización y de posibilidades para nuestro país, la universidad ni siquiera es importante en la agenda política del gobierno, en la universidad ya no se gestan las preguntas y respuestas para el desarrollo de nuestro país, sino se generan más dudas, y cuando hablo de universidad me refiero a una de las dos unicas universidades que ha desarrollado generaciones, esta es la Universidad Nacional Mayor de San Marcos.

En este clima poco calido para que aparezcan intelectuales que gocen de un espiritu crítico, por lo que si, supongamos, apareciese una revolución de los gremios mineros, aparecieran más grupos subversivos o se ventilara la más escandalosa corrupción del gobierno, así pase los sucesos o acontecimientos más chocantes, ante un grupo de personas acriticas esto no influenciaria en nada. Por el contrario se ha demostrado que los conflictos sociales tiene la tendencia a crecer y a radicalizarse, las huelgas, los paros, las represiones con victimas de muerte han crecido mientras que los acuerdos de paz con el gobierno se han reducido, esto en parte es culpa por la ineficacia de una burocracia política que esta pendiente de surtir sus apetitos de poder y dinero haciendo la panecea a las grandes empresas en desmedro del pueblo peruano, esto en parte es culpa del legislativo que sin estudio del caso, promueve leyes absolutamente tontas, esto en parte es culpa de los intelectuales que muy poco caso hemos hecho a estos acontecimiento y no vemos la solución, más ni siquiera la buscamos. Para el 2021, cuando el Perú cumpla 200 años de “Independencia”, se habrán generado una gran cantidad de conflictos sociales, en gran parte por la lucha del medio ambiente y los recursos naturales, se habran ventilado aún con más ahinco la debilidad del Estado y la “nación” peruana, allí “donde el diablo no llega”, los pueblos de la selva, los de la sierra para el año 2021 no tendrán nada que celebrar y si mucho porque luchar, ante un clima de movilización social álgido, el proceso de encuentro entre estos factores y de una generación que recapacite y se detenga en ellos es altísima.

Si se diese el caso que entre los años 2011 y 2021, entre estos diez años, los acontecimientos de conflicto social lleguen a encontrar a un grupo de intelectuales que sean capaces de problematizar y generar debate alturado, académico y con propuesta política y teorica en nuestro país, si se diese el caso de ello entonces hablariamos de una generación del “Bicentenario”, el problema es más duro cuando se analiza el clima anterior a las festividades del año 2021, un sinfín de conferencias, congresos, encuentros, revistas, coloquios, homenajes, presentaciones y eventos sobre este tema se están realizando en plenos años 2010 y 2011, la posibilidad de que se fuerze el desarrollo de una generación también son altas, y los peligros que equivaldría esto es que se desarrolle una generación en base al problema de los “200 años” de la Independencia, sabemos que hay muchos aspectos que desarrollar sobre la supuesta independencia peruana pero si una generación pone sus ojos sobre ello y olvida lo que se encuentra afuera de su círculo académico, nos referimos a los conflictos sociales, a la pobreza, al no reconocimiento de la nación y del Estado, entonces ¿de que estamos hablando?, una generación esteril al fin y al cabo.

La invención de las revistas es otro factor para la gesta de una generación, Amauta y Amaru fueron las grandes revistas de su época, en los años 20 también estuvo Tiempo, Mundial y Variedades, para los años 70 y 80, nacen Socialismo y Participación, Que Hacer, Debate Agrario y Marka, la Revista Andina y Allpanchis nacen como las grandes revistas de su época hasta el momento, en el plano de la izquierda intelectual Márgenes de Casa Sur y el Zorro de Abajo son las grandes revistas de su época, y en los años 90 se fortifica Histórica de la PUCP (que tenía más de 20 años editandose), en San Marcos se generan Sequilao y Nueva Síntesis, mientras en 1995 se edita la revista de Ciencias Sociales, el IFEA saca su boletín importantísimo y la UNFV nos demuestra que en su círculo aún pueden sacar revistas influyentes de su medio como Tipshe, Tinkuy, Hatary Llacta o Tiempo de Plagas, para el año 2000 no hay grandes generaciones y lo que se pone de manifiesto o “moda” son los grupos de estudio que editan revistas, aparecen Dialogos en la Historia del grupo Clio, Perspectivas del grupo del mismo nombre, Praxis en la Historia del grupo TEHIF, Síntesis Social del grupo Annalicemos Hist8ria, importante es la mención a las revistas como Illapa o Uku Pacha, recientemente se ha editado la revista de Estudiantes de la facultad de ciencias sociales con dos numeros y han crecido las revistas a nivel virtual como Historia 2.0, Historia a Debate, etc. Toda esta producción de revistas nos demuestra que tanto a nivel oficial (revistas institucionales), como de revistas de instituciones privadas o revistas generadas por los grupos de estudio, la invención de revistas es una característica particular de los intelectuales profesionales o en grado de estudiante, y en este último el entusiasmo y el empuje es mayor, entonces la fabricación de revistas de alto contenido que mantenga una generación y ponga en debate algunos temas de actualidad del movimiento social así como los temas sobre las nuevas visiones del Bicentenario son elevadas.

Para concluir las posibilidades para el desarrollo de una generación del “Bicentenario” son altamente probables, afirmó como el profesor Loustanau que en realidad no es probable una generación sino que va haber una generación del año 2021, el tema es hacia donde va estar articulada y hacia que horizontes apuntara, serán o seremos los intelectuales que problematizemos los transfondos oscuros de nuestro país, que mireramos al pasado como al presente o talvez seremos los cultores de la historia oficial, revaloraremos la independencia como la gesta heróica de todos los peruanos olvidandonos del artículo de Heraclio Bonilla, o aumentaremos talvez algunas cosas por aquí y por alla, el vestimento, las armas, el género o realmente seremos un grupo de intelectuales, que como diría Lucien Febvre en “Vivir la Historia”, que penetra y devela los secretos destinos de los hombres.



[1] Alberto Flores Galindo, “La generación del 68. Ilusion o realidad” en Márgenes Nº 1, 1987.

[2] Pablo Macera. Trabajos de Historia, T.1, 1977.

[3] Augusto Loustanau, “Dos generaciones de historiadores villarrealinos. A proposito del trigesimo aniversario de la escuela profesional de Historia de la UNFV (1980-2010)”