domingo, 13 de marzo de 2011

EL DICIEMBRE DE ESE ENERO


EL ANTIHÉROE KUBRICK
12 años sin el maestro.

Por Luis R.

El lunes 07 de marzo pasado se cumple ya 12 años de la muerte del director de cine Stanley Kubrick que producto de un ataque al corazón a los 70 años dejo de existir en su casa de Inglaterra.
Como tal norteamericano había nacido en el Bronx en 1928 y desde niño tenía un apego al jazz, ajedrez y la fotografía; elementos que caracterizarían su posterior obra[1]. En plena época de los grandes estudios comerciales como la Paramount, la MGM; la RKO; Stanley Kubrick a base de pequeños ahorros de cortos que filmo y prestamos empieza a realizar sus primeras películas cortas, independientes y muy personales; en la mayoría él cubría casi todas las responsabilidades de Director, productor, guionista, director de fotografía y montaje. Posteriormente su inserción en el Cine grande va de la mano con su cinta “Atraco Perfecto” sobre una historia de cine negro que poco a poco lo llevaran a tener un reconocimiento mayor de público y crítica, llegando a su segunda etapa de Hollywood y su tercera etapa de “renegado; director de culto”. Pero el presente escrito no es detallar la vida de Stanley Kubrick, no entablar una línea de su cine ni tampoco entablar etapas en el contenido de su cine; sino como este gran director entablo un sello personal, el personaje del “antihéroe”; aquel que en resumidas cuentas “El cine de S. Kubrick muestra al antihéroe que lucha contra el mundo y su derrota final”[2]. Exacto; El cine de Stanley Kubrick desde el Coronel Dax (Senderos de Gloria, 1957) hasta el Soldado Joker (Full Metal Jacket, 1987) no ha mostrado más que personajes únicos, en historias únicas cargadas de temas como la violencia, la muerte, lo inservible del ser humano, a su vez como la gracia y desgracia de vivir, ha mostrado la destrucción de la sociedad producto de su propia evolución (La naranja mecánica, 2001: Una odisea en el espacio); y ha hecho sellarnos en la frente lo vital de la importancia de los “antihéroes” en el cine; mucho más allá de la bondad y maldad de los personajes, nos caen bien, los seguimos meticulosamente y dentro del contexto de la película sentimos lo mismo que hicieron sentir a los críticos y jóvenes de los años 60, 70 que llamaron “genio” y luego “director de culto” a Stanley Kubrick.
El coronel Dax interpretado por Kirk Douglas (Senderos de Gloria, 1957) muestra mucho más allá de sentimentalismo por su propia vida y fortaleza en las trincheras de la Primera Guerra Mundial, muestra un sentimentalismo humano por sus soldados a punto de ser ejecutados por una condena de “traición de guerra y cobardía ante las huestes alemanas” en una red de mentiras del alto mando francés que solo busca liberarse de las culpas de las derrotas y busca chivos expiatorios, aquí Kirk Douglas juega con la desesperación, lagrimas y furia de los hombres que encerrados saben que van a morir, juega con la desesperación del espectador ante los últimos segundos del fusilamiento esperando que “pase algo”; pero en el cine de Kubrick todo es tragedia y sin la predeterminación de la vida, o el “destino” nos cuenta como el hombre transcurre entre las sendas de su propia vida; Kubrick también juega con las lagrimas de Kirk Douglas en la escena final donde ve a sus otros soldados divertirse, llorar y cantar hasta antes de las batallas de la cual no volverán muchos. El coronel Dax es un antihéroe porque entre su batalla con el Alto Mando de no ejecutar sus hombres pierde, se lamenta y cae. Su primera obra maestra y su primera riña con la sociedad, esta vez la sociedad francesa que no pudo ver a sus “soldados franceses” huyendo del miedo de una batalla.
Casi tres años después Kirk Douglas volvería a trabajar con Kubrick en la épica película Espartaco (1960) haciendo del esclavo tracio. Kubrick aquí nos muestra la perversidad de los romanos (hasta antes de Caligula), nos muestra la homosexualidad retratada de manera brillante y camuflada en la escena entre Laurence Olivier y Tony Curtiz sobre la pregunta de las ostras y calamares; nos muestra mucha más violencia, muerte, batallas como nunca se hicieron en el cine, nos muestra la traición, el amor en tiempos malos y la esperanza de los hombres, la fidelidad en la grandiosa escena de “Im, Spartacus” y otra vez el antihéroe derrotado ante el inexpugnable mundo romano. Y Kubrick termina esta película con un Douglas muerto, crucificado y con sus últimas lagrimas al ver que en el horizonte sale su hijo libre; ¿Pero libre en mundo de esclavitud?... Kubrick hace sufrir en la última media hora a Espartaco; viendo como no puede detener la muerte de sus hombres que prefieren no traicionarlo y morir con él; matando a su mejor amigo por la espada a cambio de que el muera en la cruz; y viendo como se aleja su esposa, su hijo en una vida que él no vivirá con ellos… Y ni siquiera un beso final porque los vigilantes cumplen su trabajo, y ni siquiera una palabra final pues la crucifixión ya le había quitado el aliento.
Para 1962 había llevado al cine la escandalosa obra del ruso Vladimir Nabokov, Lolita; novela donde un cuarentón seduce y se enamora de una niña de 12 años; en la película Lolita tenía 14 años y la actriz que la interpreto Sue Lyon tenía 16 años. Humbert Humbert (interpretado por el veterano actor James Mason) es un viejo hombre de rutina que encuentra en su esperanza de vida a una bella joven de quien se enamora perdidamente y a quien intenta seducir… pero en realidad es la joven quien lo seduce y lo lleva a la lenta destrucción; el hombre escritor de 40 años para estar cerca de su Lolita se casa con la madre de esta y ocasiona su muerte incidentalmente; se lleva a la joven a la ciudad y es aquí que nota su error; Lolita cual joven “comienza a vivir” salir con chicos, comportarse a su edad y aunque aferrada “sentimentalmente” y hasta “carnalmente” (no explicita en el cine de Kubrick) al viejo escritor sabe que ella tiene el poder sobre él; hecho que conlleva a un lento proceso de celos del escritor que la lleva de un lado a otro para que “nadie le quite a su Lolita” hasta que su inspiración, su vida, su destino es robada “por otro” llorando amargamente como un niño, llevándolo al asesinato y de allí a una prisión después de una escena casi magistral en el cual Humbert H sale feliz al encuentro de su musa inspiradora de 17 años; pero al verla se encuentra que está casada, esperando un hijo y que la única causa de querer verlo era para pedirle dinero. Esta película le costó el veto de la religión católica y el inicio de su exilio y su aislamiento.
Dos años después en plena guerra fría roda Dr. Strangelove, muestra colectivamente la locura por el fin, por la guerra, muestra el humor y la gracia hasta minutos antes del fin del mundo. Muestra lo irracional de las guerras; en este caso por supuestas bacterias en el agua ocasionadas por los Rusos a los americanos. Muestra la violencia institucional de un dispositivo de Destrucción Mundial que acabara con el mundo hecha por el Estado Soviético con la sola condición de sentirse atacada; un dispositivo imposible de desactivar, y la violencia desenfrenada de los soldados americanos que ignorando todo esto solo quieren dejar “caer misiles en suelo ruso” mostrando en una escena final a un soldado que agitando su sombrero fiel estilo de los vaqueros del oeste muere junto a su misil. Muestra a lo irracional, lo imposible de trabajar en equipo por diferencias políticas, religiosas, étnicas (entre rusos y americanos), muestra que en plena desaparición de la sociedad actual y en la idea, tan solo idea, de crear une nueva sociedad subterránea aparecen y saltan sobre si las diferencias de clase, más violencia y muchas luchas de subsistencia como diría el asesor ex nazi que dice “main Fuhrer” ante el presidente norteamericano interpretado por el genial Peter Sellers: “La selección natural dará origen a la vida”.
Pero ya en 1968 crea su obra maestra 2001: Una Odisea en el Espacio, una película basada en la novela de Arthur C. Clarke que ponía en la mesa temas como la evolución, el origen del hombre, el origen del conocimiento, Dios, la vida y la muerte, la inteligencia artificial y la existencia de vida extraterrestre; usando como banda sonora piezas clásicas de la música como Richard Strauss o el “Danubio azul” de J. Strauss le da un aire a esta película relatada en cuatro momentos desde unos cuantos australopithecus que son protagonistas de la violencia, de la orgia del poder al descubrir un hueso como arma iniciando la masacre, el asesinato y la explotación hasta la secuencia en luces sicodélicas del protagonista humano a punto de entrar a una sociedad superior que lo devuelven en forma de feto (forma supraterrenal) que permanecer en la órbita terrestre. Tal vez el antihéroe de esta película sea el super ordenador HAL 9000; aquel robot que al tanto de todos los datos del viaje y de la misión intenta, para que todo salga bien, asesinar a todos los humanos a bordo ya que se creé el único capaz de llevar con éxito la misión así pecando de egocentrismo; y estaría a punto de conseguirlo sino es porque Dave, el humano astronauta lo llega a desconectar acabando su vida mientras HAL 9000 canta una canción que desde niño su creador le enseño en una de las escenas más conmovedoras del Cine, la muerte de un ordenador suplicando por su vida; mientras la muerte de los astronautas humanos eran solo parte del error del sistema. Esta obra maestra y pieza máxima del cine universal, considerada película de culto y obra maestra de la ciencia ficción se adelanto a muchos descubrimientos luego hechos por la NASA.
Para 1971 S. Kubrick de la mano de una novela de Anthony Burges nos vuelve a sorprender al mostrarnos la violencia de una sociedad inglesa del futuro donde el sistema de pandillas se ha vuelto mucho más brutal que de los años 50 y 60; antes solo pandillas para pelearse con otras pandillas y cometer delitos menores; pero Stanley Kubrick muestra en La Naranja Mecánica, no a jóvenes rebeldes sin causa con problemas familiares sino a jóvenes “drugos” que reproducen la violencia por puro placer y nada más; es más se hace un contraste en el personaje principal Alex DeLarge interpretado por Malcom McDowell; el líder de la banda que en si contiene lo brutal como la violación a mujeres, el maltrato de inocentes, el robo y el asesinato en contraste con lo suave, lo artístico y lo armonioso de la música de Ludwig Van Beethoven. La película relata en voz en off las vivencias de ese joven que de un sistema violento de la sociedad pasa por un proceso de coerción estatal donde le aplican sustancias para que sienta aversión y pavor a cualquier tipo de violencia; lo que le hace dócil y hasta fácilmente presa de abuso todo a tiempo para que llegue la parte política de la película donde el escritor viudo por la muerte de su esposa que había sido violada por Alex y sus tres amigos en la escena inicial se venga de Alex al someterle a la música de Beethoven; música que el adoraba pero que repugnaba debido a un error en el tratamiento; la película termina con un Alex que es insertado en la sociedad con su forma violenta de existencia pero el libro nos muestra como este joven al crecer cambia de vida a una madurez ordinaria. Alex DeLarge es el personaje más característico de la obra de Stanley Kubrick; es un pillo, un delincuente pero todos nos preocupamos de lo que le pase, estamos pendientes de él, adoramos su forma de hablar, su forma de actuar, su sonrisa maquiavélica y sentimos con el su violencia expresada; pero no puede vivir en la sociedad que lo coacciona, le impide vivir “su” libertad, siendo un anti-sistema le someten por los crímenes cometidos a la prisión (tal vez Foucault nos haga recordar esto). Pero Alex no puede solo con la sociedad y termina como un hombre normal en el libro pero Kubrick no quiso mostrar esto y cierra la película con un Alex en un jacuzzi acompañado de muchas mujeres para celebrar orgiásticamente el regreso a su vida.
Ya en 1975 Ryan O Neal protagonizo a Barry Lyndon de la película del mismo nombre; la película más cara de S. Kubrick en toda su vida donde en plena sociedad inglesa muestra las ambiciones y los sistemas de clase; muestra la vida personal de un joven ingles que producto de su suerte e inteligencia, y también belleza escala de manera alta en la sociedad en plena Guerra de los treinta años, pasando de soldado, asesor de un duque a ser un noble gracias al matrimonio con una joven viuda. Las vivencias y tristezas de Barry Lyndon en esta película de tres horas, muestra una vez más la violencia, la homosexualidad, la ambición, el odio visceral (del hijo adoptivo de Barry hacia él), la inocencia y la muerte al compás de la música fascinante de Sarabanda de Haendel. El antihéroe es Barry Lyndon que hasta la última escena de la película se muestra orgulloso pero sabe que se ve vencido, que el hecho de ya no poseer una pierna lo ha hecho perder el mundo que una vez fue suyo.
Para 1980 incursiona en el cine del terror con una obra de Stephen King, El resplandor donde Jack Torrance es protagonizado por Jack Nicholson donde persigue angustiosamente a su esposa e hijo en una obra clásica que regala muchas escenas que serán repetidas y conmemoradas por el cine contemporáneo; aunque una película menor al igual que Con los ojos bien cerrados de 1999 protagonizada por Tom Cruise y Nicole Kidman, polémica obra que cierra la vida de S. Kubrick en el cine.
Pero antes en 1987 logra hacer su última obra maestra en una carrera fílmica de obras maestras, Full Metal Jacket o Nacido para Matar; es una sensacional obra de guerra sobre la vida real de los soldados, de sus emociones, del miedo en el campo de batalla, de la normalidad de usar como trincheras edificios donde antes vivía gente en Vietnam; muestra la sangre dura de los marines que son “maquinas de matar” y más violencia cuando el marin “Partemadres” asesina con su ametralladora tanto mujeres, hombres, ancianos y niños inocentes que corren por su vida al ver un helicóptero. La obra es una pieza de dureza desde el campo de entrenamiento con el oficial Hartman que fiel al estilo del instructor duro le hace la vida imposible al fofo marin “Leonard Lawrence” que es llamado pronto “Gomer Pyle”; la violencia reproduce más violencia podría ser el sello de esta película y la que Kubrick nos deja entendido en toda su obra; pronto este traumado soldado Gomer Pyle con la verdad establecida en su mente que es una maquina de matar y atormentado por su instructor y lo miserable de su vida asesina a su opresor y se asesina así mismo; Kubrick nos da unan introducción de esta violencia personal y luego pasa a una violencia institucional de Estados, masacres, bombardeos y más burla por la superioridad racial. Kubrick no enseña la gloria de las batallas, ni de los países, ni soldados condecorados como se ha visto antes; enseña la miseria, el miedo, la muerte, los genocidios y la locura de los soldados en pleno campo de batalla.
La obra fílmica de Kubrick y las consecuencias polémicas que ello implica hacen que el sea protagonista más de una historia de un director de cine amenazado, hundido y sumergido en el desorden de la sociedad que no lo tolera; perseguido por la religión, por el IRA, por la sociedad en general por sus películas consideradas “obras de culto” este director murió sin un reconocimiento, sin ningún premio que pienso que no le debe de haber importado. Kubrick murió y dejo dos aportes grandiosos: “La ideología del antihéroes como aquel que lucha con su mundo y es derrotado (es decir la sociedad que lo coacciona)” y “la violencia reproduce mayor violencia”; el sello personal del antihéroe lo lleva Stanley Kubrick al máximo y así mismo el muere ya hace doce años como aquel que no pudo vencer los parámetros del cine de su momento; conservador, callado no dispuesto a las experimentaciones; pero aún así Stanley Kubrick va contra todo los esquematismos de su tiempo contra el “happy end”[3] y hace duras críticas a la sociedad de su época ya mostradas con anterioridad.


[1] http://www.pagaelpato.com/cine/kubrick/kubrick.htm
[2] Nota especial de un programa de “El placer de los ojos” año 2007.
[3] Garcia Escudero, Vamos hablar de Cine.

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