domingo, 10 de octubre de 2010

SOBRE EL NUEVO MUSEO DE LIMA

SOBRE EL NUEVO MUSEO DE LIMA

“La misión de un museo consiste en adquirir, preservar y valorizar sus colecciones

para contribuir a la salvaguarda del patrimonio natural, cultural y científico”.

Código de deontología para museos (ICOM)

Virgilio Freddy Cabanillas

Pronto se inaugurará un nuevo museo en Lima, se trata del denominado Museo Metropolitano, obra de la municipalidad que funcionará en la ex sede del Ministerio de Transportes y Comunicaciones (Av. 28 de Julio). Sin duda es un motivo para celebrar; pero como toda obra humana es perfectible hacemos el siguiente comentario:

1. El tema es la historia de Lima: en el Perú Antiguo, en el virreinato y durante los siglos XIX, XX y XXI. Aunque la nota de prensa no lo detalla, suponemos que en el museo se exhibirá también la notable colección de arte del municipio limeño: Pancho Fierro, Ignacio Merino, Francisco Laso, Daniel Hernández, Teófilo Castillo, José Sabogal, Jorge Segura, Mario Urteaga, Tilsa Tsuchiya, Fernando de Szyszlo, Julia Codesido, Bagate, Guayasamín, Cristina Gálvez, etc. Varias de las pinturas son piezas fundamentales en la historia del arte peruano: Habitante de la cordillera y Santa Rosa (Laso), Colón ante los sabios de Salamanca (Merino), Alcalde de Chinchero (Sabogal), Tres jefes indios (Codesido), Retrato de la señora Mesones (Hernández), para mencionar sólo algunas. En el caso de la escultura no podemos olvidar el felino, el pez y el ave de Cristina Gálvez, piezas que estaban en el Parque de la Reserva y que no fueron tomadas en cuenta en la “remodelación” de dicho espacio. Parece que ahora volveremos a apreciarlas.

La colección de arte de la municipalidad ha estado siempre en el palacio de la Plaza de Armas, pero el acceso a la pinacoteca requiere atravesar por varios ambientes burocráticos que desaniman a los interesados. Tampoco es cómodo para el visitante verse frustrado cuando las actividades oficiales interrumpen el acceso al palacio. Por eso es conveniente que la colección de arte se exhiba en el museo. De esta manera estará al alcance de todos, como debe ser en un país civilizado.

Eso no significa que el Palacio Municipal se va a quedar con las paredes desnudas. Existen numerosos dibujos, grabados y fotografías antiguas en blanco y negro que muestran detalles de nuestra ciudad, imágenes que se pueden reproducir y ampliar para compensar el traslado de los cuadros.

2. Será importante el “diálogo” entre el Museo Metropolitano (historia de la ciudad, colección municipal de arte) y el Museo de Arte de Lima (historia del arte peruano), ambos en el Parque de la Exposición, que se complementarán para provecho del público. Pensemos por ejemplo, que ambos museos mostrarán amplias colecciones de artistas específicos: Carlos Baca Flor en el MALI e Ignacio Merino en el museo de la municipalidad.

Además, cerca está el Museo de Arte Italiano y no tan lejos la Casona de la UNMSM, con su Museo de Arqueología y Antropología (exposiciones temporales de arqueología) y su Museo de Arte (retratos virreinales y republicanos, arte contemporáneo y arte popular). Todo un circuito de museos para el disfrute de todos.

3. Me preocupa la última sección del nuevo museo. La nota de prensa señala:

En el siglo XXI se mostrarán las obras urbanas de infraestructura física y social que han transformado la ciudad de Lima en los últimos 7 años; articulación vial desde las escaleras urbanas hasta los viaductos en tres niveles y la recuperación de los espacios públicos; clubs zonales y parques metropolitanos para mejorar la calidad de vida de los residentes de la ciudad. El nuevo sistema de Hospitales de la Solidaridad, nuevos albergues para los más pobres de la tercera edad y recuperación del Centro Histórico de Lima. Un vuelo virtual transportará al visitante a la Lima del futuro del año 2050”.

(http://www.munlima.gob.pe/Publicacion/publica.aspx?nid=1753).

¿Qué significa esto? ¿Vamos a ver toda la historia de la ciudad para llegar a la gestión del actual alcalde? Si esto se hace realidad estaríamos ante el primer caso de un museo con fines electoreros. El señor Castañeda demostraría que no tiene escrúpulos para invertir la plata de la ciudad en su campaña electoral permanente. Una muestra más del retrógrado “patrimonialismo” de los políticos peruanos que aprovechan los bienes públicos como si fueran parte de su patrimonio personal.

4. En ese sentido, hasta el nombre del museo se asemeja sospechosamente a la obra vial del actual alcalde. Nos quiere meter el Metropolitano hasta en la sopa.

5. Un museo dedicado a la historia de la ciudad debe ser diseñado con rigor científico. Si bien tiene que ser entretenido y emplear los recursos tecnológicos avanzados, no se puede confundir con un parque de diversiones. Por eso nos parece extraña esa sala del “vuelo virtual al año 2050”. ¿Aquí están trabajando historiadores o adivinos? Habrá que ver.

6. Se mostrará también la recuperación del Centro Histórico. Bien, pero habrá que indicar que este proceso se inició con el alcalde Andrade. Hay que reconocer que en la gestión Castañeda hay cosas interesantes: restauración de pinturas de la pinacoteca municipal, publicación de catálogos de la colección, restauración de la cuadra donde está la Casa de la Trece Puertas, restauración -por culminar- del Teatro Municipal siniestrado, restauración del Puente Balta, etc. Pero la relación entre el señor Castañeda y la historia no siempre ha sido la mejor. Hay que recordar algunos atentados oficiales contra la memoria de la ciudad:

- Parque de la Reserva: Obra colectiva inaugurada en 1929 y desnaturalizada por la actual gestión municipal. El Circuito “Mágico” del Agua es la obra de la que se siente más orgulloso el alcalde de Lima. Y cuenta con amplio apoyo de la población. Sin embargo, creo que esta obra es un verdadero escándalo. Millones de dólares invertidos en el más grande monumento a la huachafería. Dinero malgastado en la desfiguración del diseño y el sentido de uno de los más importantes espacios públicos de Lima.

Ahora la gente visita el parque de noche, para poder apreciar el “mágico” espectáculo de la luz y el agua. El diseño original del conjunto pasa desapercibido. Donde antes entrábamos libremente recordando a los limeños que se alistaron en el Ejército de la Reserva para enfrentar a la invasión chilena, ahora tenemos que pagar por un rato de diversión. El acceso sólo es posible en el horario en que funcionan las “mágicas” fuentes.

- Puente “Rayos de Sol”: dos puentes históricos tenemos sobre el río Rímac. El Puente de Piedra edificado en tiempos del virrey Montesclaros (1610) y el Puente Balta de la casa Eiffel (1869). Desgraciadamente, el paisaje de esta parte del Centro Histórico ha sido desvirtuado con la agresiva inclusión del horrible puente denominado “Rayos de Sol”. Cierto que la “cosa” es útil, pero cuando se construye una obra arquitectónica en un centro histórico hay que respetar el entorno. Un adefesio no pude destacarse más que las obras de valor histórico. Para colmo le ponen lucecitas nocturnas y le dan un nombre ridículo.

- Paseo de los Héroes Navales: toda la visualidad del espacio monumental -frente al Palacio de Justicia- ha sido destrozada por la erección de chimeneas que son parte de la estación subterránea del Metropolitano.

- Monumento a George Washington: Réplica de la obra de Jean-Antoine Houdon. Se inauguró en 1922. La plaza también ha sido “remodelada” por la actual gestión municipal. El resultado ha sido lamentable. Han destruido la banca semicircular que acompañaba a la estatua de Washington, desfigurando así el diseño tradicional del monumento.

- Plaza Francia: Estatua de La Libertad. Obra obsequiada por la colonia francesa. Se inauguró en 1926. La estatua alegórica fue mutilada por unos facinerosos, perdiendo su atributo característico: la antorcha. La Municipalidad ha remodelado la plaza Francia pero la escultura sigue incompleta. Levantaron y cambiaron todo el piso pero nunca se dieron cuenta que el objeto más importante del lugar estaba mutilado.

- Paseo Colón: ha sido remodelado, pero se han olvidado que aquí están ubicadas las estatuas italianas del siglo XIX que representan a la estaciones. Hace varios años la alegoría del invierno fue derribada por un vehículo y hasta ahora “duerme” en algún depósito municipal. La recuperación del sitio debió incluir necesariamente la reposición de la estatua.

- El abandono de espacios urbanos (Plazuela del Cercado, Plazuela Buenos Aires), en los que fuentes antiguas y verdaderamente valiosas son totalmente ignoradas. Viendo estos sitios emblemáticos de Barrios Altos, uno piensa en el despilfarro carnavalesco del señor Castañeda y sus “mágicas” piletas.

- Huaca San Marcos: es censurable el accionar de la Municipalidad en las obras del intercambio vial en las avenidas Universitaria y Venezuela. La primera parte del proyecto llega a los pies de las huacas San Marcos y Aramburú. Lo que viene después es el atentado contra el monumento arqueológico, un importante centro ceremonial del Primer Desarrollo Regional.

También es grave la responsabilidad del rector de la UNMSM Luis Izquierdo, que inicialmente aceptó este despropósito.

- El “síndrome de las placas”: una extraña patología afecta al actual alcalde de Lima, me refiero a la desenfrenada colocación de placas con su nombre. Veamos varios ejemplos:

a. En el Puente de Piedra existe una placa con una inscripción mentirosa: el puente ha sido “reconstruido” por el Dr. Castañeda. Confundir premeditadamente restauración con reconstrucción es el colmo de la desvergüenza. Lo que ha sido reconstruido recientemente es el tramo moderno que está sobre la Vía de Evitamiento (Puente Trujillo). Pero la placa está en la parte antigua hace varios años.

b. Alameda Chabuca Granda: con un polémico pero interesante diseño arquitectónico de Javier Artadi, se recuperó este espacio para la ciudad en 1999. Fue durante la gestión del Dr. Andrade. Hoy vemos que el relieve con el retrato de la gran compositora peruana ha desaparecido. Sólo queda el pedestal vacío. Suponemos que ahí también estaba indicando el nombre del alcalde que hizo la obra. Resulta bastante extraño el robo en una zona tan vigilada, a pocos metros del Palacio de Gobierno.

c. Un día desapareció la placa del monumento a Víctor Andrés Belaunde -frente a la iglesia de San Pedro-, poco después fue repuesta, pero incluyendo el nombre del actual alcalde.

d. También ha desaparecido una placa en el Parque de la Exposición, remodelado durante la gestión del Dr. Andrade. Da que pensar.

e. El Parque Universitario fue recuperado por Andrade, luego Castañeda lo volvió a intervenir. Ahora sólo hay una placa que recuerda al segundo.

Estos comentarios sobre el nuevo museo se basan en la nota de prensa de la Municipalidad de Lima. Esperamos ansiosos que se abran las puertas del ex local del Ministerio de Transportes, para poder opinar con mayor amplitud y precisión.